24 de abril de 2012

Los primeros días. Bangkok I parte.

El día 22 de febrero salimos por la mañana desde el aeropuerto de Alicante dirección Londres. Y desde la terminal 3 de Heathrow salía sobre las 22.00 horas nuestro avión de Qantas dirección Bangkok, donde pasaríamos los 3 siguientes días.

Después de 2 aviones y unas 13 horas de vuelo en total, llegamos a Bangkok sobre las 16:30 hora local. Cuando salimos del aeropuerto, casi una hora más tarde después de recoger las mochilas, pasar los controles y comprar un mapa de la ciudad, nos encontramos con un calor y una humedad impresionantes que nos hizo escoger el taxi como medio de transporte para llegar a la ciudad. Sabíamos que no era lo más barato y la idea original era la de coger el skytrain y el metro, pero con 33 grados de temperatura, 80% de humedad relativa y después del largo viaje, preferimos el taxi que nos llevaba hasta la misma puerta del hostel y sin hacer trasbordos cargados con las mochilas.

Nuestro hostel, el YHA Chilli Bangkok, estaba bastante céntrico, a menos de 5 minutos de la parada de metro y a 15 minutos del centro andando. Nuestra habitación, la 401, estaba en una tercera planta sin ascensor, pero no estaba nada mal. Con WI-FI y desayuno incluido por 650 bahts la noche, en una habitación doble privada con cuarto de baño. Todo estaba muy nuevo, se notaba que era un sitio que está en funcionamiento hace relativamente poco tiempo, pero eso sí, el desayuno no era el continental, si no el que algunos llamaríamos el español, es decir, lo que viene siendo un café y salir cortando. Para el segundo día nos compramos unos croissants para que fuera un poco más completo.

Nuestra habitación
Cuando llegamos al hostel nos pegamos una ducha, nos cambiamos de ropa y enseguida salimos a dar una vuelta. Una de las primeras impresiones que tuve, al menos yo, fue que aunque es una ciudad con más de 8 millones de habitantes, con mucho tráfico y gente por sus calles, no me pareció una ciudad ruidosa o agobiante. Al revés, me inspiraba bastante tranquilidad.

Después de 10 o 15 minutos andando empezaba a haber más gente, puestos ambulantes de comida, de ropa, de cualquier cosa. Y llegamos al mercado de noche de Bangkok, llamado Patpong. Es una de las zonas más visitadas por los turistas, algunos en busca de ropa y productos de imitación y otros en busca de sexo o espectáculos eróticos. Es un barrio al estilo Barrio Rojo de Amsterdam, donde te ofrecen directamente la entrada a algunos de estos bares para ver un espectáculo y tomarte una copa mientras, por ejemplo, una mujer se juega un ping-pong o se fuma un cigarro y no con sus manos precisamente.

Paralelo a este mercado se encuentra una calle donde están algunos de los mejores hoteles de la ciudad y donde encuentras un montón de puestos de comida montados sobre las aceras. Nos sentamos en uno que contaba con mesas y sillas y cenamos mientras veíamos pasar arriba y abajo a gente de todo tipo, de todas las nacionalidades, hablando diferentes lenguas. Allí nos quedamos un buen rato, viendo a toda esta gente, mientras nos tomábamos unos noodles con una cerveza Chang en la mano.


Después de dar otra vuelta por el mercado nos fuimos andando dirección al hostel. Ya era tarde y después de un buen rato andando pensamos que nos habíamos perdido, no reconocíamos la calle y cogimos un tuk-tuk. Creo que fue un buen día para el conductor, que por educación y porque se gana la vida llevando a gente, no nos dijo que estábamos a escasos 50 metros del hostel. Así que nos llevó dando un pequeño rodeo para que se notara menos lo cerca que estábamos y para que no fuera tan descarado el pagar los 40 bahts que nos pidió por llevarnos (para el que haya estado allí, sabrá lo “caro” que es para ese trayecto). La verdad es que para él, supongo, sería una muy buena carrera y para nosotros no es mucho dinero (unos 0.80 euros).

Además, que si no haces una de esas en tu primer día ¿qué vas a contar luego?  :D


Continuará.....

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