14 de mayo de 2014

Puxa Asturies. #TBMGijón 2014


Ya de vuelta en casa y con mis pies (a.k.a  Dos de viaje) pisando tierra firme y seca,  parece que mis ojos acostumbrados a terrenos áridos, brillan agradecidos por haber disfrutado durante el #TBMGijón de esos paisajes norteños y tan diferentes al mío que rodean a esta ciudad, Gijón, y a Asturias en general. Verde, verde, un poco más de verde, y si eso, pues verde.

Antes de seguir con los elogios a Asturias diré que yo estoy muy orgullosa de mi tierra seca y mi clima!! Que conste!!  Jeje  Además,  que ya se sabe que el verde tiene un precio, y este suele ser el fresquete y las lluvias día sí y día también. Aunque por suerte  el pasado fin de semana hizo un tiempo “genial” según los lugareños, con temperaturas de 18 y 19 grados. (¡Vamos, una locura??¡!)

En resumen, he disfrutado de este TBM como la que más y he aprendido como siempre.

Me quedo con:

-Poder escuchar las experiencias de otros viajeros, que nunca dejarán de sorprenderme.

Como Blai Taberner www.unavidaenmilviajes.com , Iosu López y Alberto Menéndez www.mochilerostv.com, Isaac Martín www.viajes.chavetas.com, y la de Juan Villarino www.acrobatadelcamino.com , quien pedía perdón antes de empezar por estar bastante cansado y sufrir jet lag después de su viaje desde Argentina pocas horas antes. ¡Pues menos mal! No sé cómo habría sido en condiciones normales, ya que sus consejos sobre qué hacer o no en destinos tan peculiares como Afganistán, me hicieron reír en más de una ocasión.

-Emocionarme con historias y maneras de vivir.

No sabría qué decir de esta pareja, (¿o tendría que decir cuarteto?)
Nuria www.namida.es y Juanjo www.kastwey.org, un matrimonio invidente y sus dos perros- guía, consiguieron transmitir lo que se proponían gracias a su charla “Viajar con los sentidos”.

Nuria y Juanjo. "Viajar con sentidos" TBM Gijón.




Para mí, el momento más emotivo de todo el TBM gracias a la colección de audios de sus viajes, variedad de olores y sensaciones, que con los ojos tapados por un antifaz para potenciar nuestra imaginación, nos ofrecieron a todos los bloggers.





-Reírme con y sin sidrina.

Asturias y sidra van de la mano. Y por supuesto, corrió la sidrina. María, www.elcharranmochilero.com, Vanina y Alfonso, www.2maletasy1destino.com Marita www.viajesdemarita.com, y Alicia www.losviajesdeali.com, me darán la razón.

Vanina, María y yo. Aún quedaba sidra... (Foto de María)


- Ser testigo del hecho natural de “aceite y agua se repelen”. En esta ocasión, Agencias de comunicación vs Viajeros (que no mochileros zarrapastrosos).

Lo que iba a ser una mesa redonda, acabó un poco cuadrada y con el ambiente caldeado. Pero como siempre, de todo se aprende y en esta ocasión no fue menos.

-Sentirme a very important person en un Spa.

Bendito Talasoponiente de Gijón. Las 3 horas que estuvimos, los que tuvimos la suerte, en remojo entre toboganes, saunas turcas, finlandesas, japonesas, etc. Me dieron la vida la tarde del domingo. Yo desde luego, lo recomendaría. www.talasoponiente.com

-Cerciorarme de que no tengo mucha suerte en los sorteos.

Pues eso, que ni maletas, ni viajes a Laponia, ni Alemania, ni Israel… Que no me tocó nada. Eso sí, felicidades María y Marita por vuestros respectivos premios!!

- Y finalmente, a querer seguir viajando. Cueste lo que cueste.

Sola, o single como decía José David www.viajarcomeramar.com , en grupo, por Europa o donde haga falta. Pero viajar.

Y aquí, mi colección de fotos para este viaje a Gijón.









Elogio del horizonte. Autor: Chillida. En cerro de Santa Catalina. Gijón

















15 de abril de 2014

Tenía que volver

Sí, ya lo sé. Pareciera que el blog hubiera echado el telón definitivamente desde hace unos meses. Desde hace un tiempo se encuentra, o mejor dicho me encuentro, inmersa en cambios.  Todos ellos, duros, difíciles y lentos. Pero este siempre había sido y es un blog de viajes, y no quería convertirlo en un diario personal ni hacer de él un muro de lamentaciones.

Pero creo que ha llegado el momento de rebautizar y tomar de nuevo las riendas de este espacio, que sólo ha hecho que darme buenos momentos.Y ahora Dos adquiere otro sentido, simplemente el de mis dos pies pisando fuerte y decididos a seguir viajando.

En nada cambia todo lo relatado aquí anteriormente, pero sí cambiará de ahora en adelante la manera de relatar mis nuevos viajes y experiencias, que harán y conseguirán que este blog vuelva a adquirir el sentido que siempre tuvo; y que no era otro que el de poder compartir experiencias y notas con otros viajeros.

Bon voyage y bienvenidos de nuevo.

3 de junio de 2013

Resumen TBMCatsur 2013. Tarragona, Costa Daurada y Terres del Ebre. 1º y 2º día.

Después de mucho pensar en cómo quería contar mi experiencia en lo que fue mi primer Travel Bloggers Meeting (TBM) he llegado a la siguiente conclusión: Una imagen, o imágenes en este caso, valen más que mil palabras.

Y es que Tarragona y toda la zona de Terres del Ebre en donde se desarrolló este año el TBM tiene tanto que ofrecer que, a mí que nunca había estado en esa zona de Cataluña, me dejó sin palabras y con un muy buen sabor de boca. Y nunca mejor dicho. Porque además de la maravilla de paisajes, de la historia y cultura que posee, si hay algo que quedó claro y presente es que su gastronomía es un auténtico lujo.

Pero empezaré por el principio.

>1º día en el #TBMCatSur 

Aquel viernes 17 de mayo la bienvenida a la antigua ciudad romana de Tarraco vino de la mano de su catedral. Con más de 2000 años de historia, es un nexo de unión entre el pasado y el presente de la ciudad. 






La visita guiada entre sus restos de muros romanos consiguió trasladarme a esa parte de la Historia en la que Tarragona era la flor y nata, y me ayudó a entender en muy poco tiempo el valor y la importancia que esta ciudad tenía en aquella etapa histórica.






Pero las vistas que se tienen de esta ciudad Patrimonio Histórico de la Humanidad desde lo alto del campanario de la catedral, es la otra parte de la visita que te ayuda a completar esa visión general y a unir el pasado y el presente de Tarragona.







Desde allí, considerada como la mejor atalaya de la ciudad, se podían ver todos los recursos patrimoniales de Tarragona.




Y con esas vistas en mente, después de recoger la acreditación y con las ganas de empezar a poner caras a todos aquellos blogueros a los que suelo leer, tocó ir hasta el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona. 


Allí tuvimos la suerte de disfrutar de un concierto de música romana a cargo de Ludi Scaneci.

Esta es una de las muchas actividades que con motivo del festival cultural internacional "Tarraco Viva" dedicado a la divulgación histórica de la época romana, se pueden disfrutar todos los años durante la última quincena de mayo.

Desde allí nos dirigimos hasta la sede del patronato de Turismo donde, entre las primeras risas y primeras degustaciones de algunos platos típicos de la gastronomía de la zona: fideuá, arroz negro, etc. despedimos ese primer día en Tarragona.

> 2º día en #TBMCatSur. Sábado 18 de mayo.

El sábado fue el día de la gran conversación viajera. En el Auditori y Palau de Congresos y con un ambiente muy internacional con gente y blogs venidos de todas partes, se compartieron proyectos, ideas e información relacionada con aquello a lo que a todos los que estábamos allí nos interesa y nos mueve: los viajes. 


Hubo gente muy interesante con muchas cosas que contar, pero yo sin duda me quedo con la historia de Somos Viajeros. Para mí una de las mejores charlas por lo divertida y lo bien llevada, con información muy interesante, y que consiguió que todos los asistentes disfrutáramos de su manera de viajar en familia.

Ya por la noche había una visita sorpresa. Nos acercamos hasta la localidad de Gandesa y nuestra primera parada fue el Centro de Estudios de la Batalla del Ebro, un museo de gran valor que cuenta con una numerosa y variada documentación, tanto gráfica como audiovisual, y que explica en profundidad esa tristemente conocida batalla de la Guerra Civil española.



Y para terminar el día nos acercamos hasta la Bodega Cooperativa Gandesa de la misma localidad para disfrutar de una maravillosa cena: escalibada con anchoas, cucharitas de esqueixada de bacalao, arroz negro... una selección de vinos blanco, tinto y rosado... bombones de vino rancio, piruletas de chocolate, gominolas de mistela... Ay! Qué rico estaba todo... Degustando estos manjares entre las paredes de una bodega de arquitectura modernista y acompañados por música en directo.


Desde allí volveríamos a Tarragona para descansar y coger fuerzas para el día siguiente. Aún quedaba mucho por hacer y descubrir!!


14 de abril de 2013

Donde el Mar de Tasmania y el Océano Pacífico se dan la mano. Cape Reinga.

Si un año antes hubiera pensado donde estaría al año siguiente el día de mi cumpleaños, hubiera dicho cualquier sitio menos Nueva Zelanda. Pero aquel 27 de marzo allí estaba. Más concretamente en Cape Reinga, casi en su punto más occidental, casi en el punto más al norte de la isla norte.

Como la noche anterior la pasamos por las inmediaciones y nos quedamos justo donde acaba la autovía SH1, recorrimos muy pocos metros antes de que comenzara la carretera de grava de unos 19 o 20 kilómetros que te lleva directamente hasta allí. Aparcamos y a pie hicimos el recorrido que lleva hasta el faro, mientras íbamos leyendo en diferentes trozos de madera y hierro la historia y el significado que este trozo de tierra tiene en la cultura maorí.

Y es que este es un lugar que además de sus peculiaridades geográficas, separa el Mar de Tasmania y el Océano Pacífico, cuenta con un gran sentido espiritual para la cultura maorí. Es allí donde las almas de los muertos hacen su camino antes de pasar definitivamente al siguiente mundo. En maorí "Reinga" significa inframundo y cuentan que las almas de sus difuntos salen desde el árbol Pohutukawa, de 800 años, hacia Cape Reinga llevados por el aire, para empezar así su camino de vuelta al lugar donde descansarán en paz. En su hogar de Hawaiiki

Faro en Cape Reinga. Nueva Zelanda.


Como no pasamos la noche en ningún camping y no teníamos las baterías de las cámaras cargadas (el por qué no llevábamos cargadores en la furgoneta merecería una entrada aparte...) sólo pudimos hacer fotos con la cámara del móvil. Por un lado fue una pena no poder hacer mejores fotos, pero por otro, este lugar tenía algo que ya el simple hecho de estar allí, era suficiente.

            
Los remolinos que se forman justo donde se produce el choque de las corrientes (a la izquierda la del Mar de Tasmania y a la derecha, la del Océano Pacífico) y que se pueden ver en la foto de arriba, para los maoríes son similares a  la estela que va dejando atrás una canoa en movimiento. Es como si bailaran. Para ellos esto representa la unión de hombre y mujer y la creación de la vida. Es como una especie de danza del amor. Ni Shakespeare lo hubiera contado más bonito...jeje ;)


Cape Reinga. Al fondo las dunas de la Ninety Mile Beach.


















De allí, y sin mucho tiempo que perder, nos acercamos hasta la Ninety Mile Beach. Una playa que de nuevo e igual que pasaba en Australia en Fraser Island, no tiene 90 millas de largo sino unas 55. Bañada por el Mar de Tasmania cuenta con fuertes corrientes y está rodeada de numerosas dunas, en donde se puede hacer sandboarding. Había carteles que te advertían del peligro de conducir por esa playa y por supuesto de bañarte. De hecho, conducir por allí está totalmente prohibido por las compañías de alquiler a menos que tengas un seguro hecho a propósito para eso. Así que nosotros nos dimos una vuelta andando y comimos algo dentro de la furgoneta antes de seguir nuestro camino.

Nos esperaba un día muy largo, y es que desde allí no te queda otra que deshacer todo el camino recorrido (incluido el pasar por las afueras de Auckland atravesando la SH1) para llegar hasta la península de Coromandel, nuestra próxima parada. Es por esto que gran parte de la gente que pasa pocos días en la isla norte no llega hasta arriba del todo, hasta el cabo, pues sólo entre ir y volver y saliendo desde Auckland, te lleva perfectamente unos dos días. Pero nosotros podemos decir que si puedes y el tiempo te lo permite, sí que merece la pena. Es un paisaje y un entorno completamente diferente al resto del país.

Ya subidos en la furgoneta ponemos rumbo hacia Auckland, para desde allí, dirigirnos a la costa noroccidental de la isla norte, donde se encuentra la península de Coromandel. Cuando pasamos por las afueras de Auckland ya estaba anocheciendo. Una hora más tarde y ya metidos en la autovía 25 que llega hasta la península, buscamos un camping donde pasar la noche. Por cierto el único camping en el que estaríamos en todo nuestro viaje por ambas islas.



El camping en el que pasamos la noche estaba en Miranda, un pueblecito no muy lejos de Thames, en la región de Waikato. Desde allí sería muy fácil al día siguiente llegar hasta Coromandel, pues Thames es el pico de esta península y la salida natural para llegar allí.











Próxima entrada: Coromandel. Opito Bay y Hot Water Beach.

... y más

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